10.7.13

Naturaleza Muerta

Alegres, soñadores, amables, atrevidos, entusiastas, extravagantes, sin vergüenzas, impertinentes, gritones… creativos. ¡No existen ni las teorías ni las reglas! ¡Al cuerno los renacentistas y sus perspectivas y todo aquel que se empeña en atar los colores a cientos de palabras que llenan páginas y páginas de libros, al cuerno también! Mi límite no es la fuga, tampoco la composición, solo la libertad de poder hacer y contar lo que quiera y como quiera, no hay lugar para los remordimientos…
Los niños son libres, no saben equivocarse cuando se trata de dibujar, imaginar o crear, simplemente no hay errores. Hoy Eva me contó con su cara más sonriente y tímida, y sobre todo en muy muy pocas palabras, lo que a los adultos nos costó mucho entender. A sus seis años se propuso enseñarme como era su comedor, con su mesa con sus cuatro patas y su silla claro, porque al lado de una mesa siempre tiene que haber una silla (me explicó). Sobre ésta hay un frutero lleno a rebosar de peras, plátanos y fresas, está claro, es evidente y no hay ninguna duda. La pequeña rebelde rompe las reglas sin saberlo, usa su lenguaje para contar aquello que no sabe explicar con palabras.



1 comentario:

Pedro Román Company dijo...

Pues a mí me comía la curiosidad y le pregunté que había en el plato de atrás y me dijo que era un pollo, yo solo vi el zanco. Hermoso texto para “un dibujo total” un beso.